“Hago tartas americanas en laestética y españolas en sabor"
Si imaginas un postre, Cristina Sáez lo hace realidad. Desde una raqueta de pádel rellena de bizcocho de almendra, con caramelo salado y cacahuetes, hasta unos bombones rellenos de un color para descubrir el sexo del bebé en una baby shower. Guïnda suma creatividad y excelencia
■ ¿Qué acogida está teniendo tu nuevo establecimiento Guïnda?
“Está siendo una locura. No me esperaba que tuviera tanto éxito y muy bien, ya que ha funcionado el boca a boca. La inauguración fue un boom increíble y, a día de hoy, tenemos gente preguntándonos a diario y está siendo una muy buena acogida”.
■ ¿Cómo empezó todo?
“Todo empezó como un entretenimiento en Instagram, en la cuenta de comida saludable, My food lab, en 2018. Un día hice unas magdalenas, otro día unas galletas y las probaron personas de mi entorno y gustaron, así que, poco a poco, se fue despertando mi interés por la pastelería. Mientras estudiaba el superior de Administración y Finanzas en Valencia, seguía elaborando postres. Algo similar me pasó en Londres, donde hice las prácticas, ya que era época de pandemia y yo vivía en una residencia de estudiantes y como no había celebraciones, pues las organizábamos nosotros y yo siempre me encargaba del postre”.
■ ¿Cuándo comenzó tu formación específica en pastelería?
“En 2021 volví a Ontinyent y me apunté a un máster de chocolate de cuatro días con David Pallàs y me descubrió un mundo infinito de posibilidades. Pero mi realidad profesional era distinta: estuve un año en la empresa textil familiar y, a pesar de que mi padre insistía en que la pastelería fuera un hobby para mí, yo cada vez tenía más claro que quería dedicarme profesionalmente a la pastelería. Así que, como me había planteado, en septiembre de 2022 me apunté al máster de Paco Torre-blanca, que duraba tres meses, y en enero me fui a Barcelona a hacer las prácticas en una pequeña pastelería de vanguardia, porque este era el modelo de obrador que yo quería abrir en Ontinyent: el estilo de tarta americana en lo estético, pero con sabor español. A partir de ahí, desarrollé el proyecto, junto con el diseño de PIMPAM Studio, que culminaba con la reciente inauguración de Guïnda”.
■ ¿Cuáles son tus referentes?
“Por lo que respecta a la vertiente chocolatería, el francés, Amaury Guichon, que es el número uno del mundo de chocolatería y está al frente de su escuela, The Pastry Academy y Lluc Crusellas, el ganador del World Chocolate Master. Como pasteleros mis referentes son Miquel Guarro, jefe de pastelería en Hofmann Barcelona, y Cédric Grolet, que trabaja con cítricos. Los conozco a todos personalmente, a excepción de Cédric. He coincidido con ellos en diferentes ferias del chocolate y son personas que además de su profesionalidad, valen la pena por su forma de ser”.
■ ¿Cómo surgió el nombre de Guïnda?
“Sinceramente, nació del proyecto de PIMPAM Studio. Me propusieron un listado de nombres y, entre todos, nos llamó la atención Guïnda. Me costó superar el nombre de My food lab, pero Guïnda se ajustaba mucho a la idea que tenía y es el culmen de todo el proceso”.
■ ¿Cuántas personas conforman el equipo de esta pastelería--chocolatería?
“Somos tres personas, yo misma, que creo y superviso cada encargo y dos compañeras que me ayudan a conseguir la excelencia de cada encargo. Me gustaría incluir a una persona con formación y experiencia en pastelería a mi equipo, ya que afortunadamente Guïnda está teniendo una demanda muy elevada de encargos y tenemos que ampliar la plantilla. Esto me permitiría dedicar más tiempo a seguir creando”.
■ ¿Qué hace singular a esta pastelería en Ontinyent?
“En la sociedad actual, queremos las cosas de forma inmediata. Guïnda funciona por encargo y este es un concepto innovador que irá haciéndose su espacio en Ontinyent. Recomiendo que encarguen con bastante antelación, para garantizar que tengan un sitio en la agenda. Hay que tener en cuenta que se trata de pastelería personalizada, con un trabajo detrás, que parte de la idea del cliente y que luego tiene un proceso de creación y elaboración donde prima la calidad y la satisfacción final del comprador”.
■ ¿Qué pueden encontrar los clientes en Guïnda?
“Es una pastelería y chocolatería de vanguardia, donde el diseño es una parte fundamental, con propuestas personalizadas en tartas de bizcocho, tartas de galleta y fruta, barritas rellenas, bombonería, tabletas de chocolate, galletas Red Velvet y cake pops, todo con una gran variedad de sabores”.
■ ¿Crees que hay cultura del chocolate?
“No me podía imaginar que hubiera tanta cultura del chocolate. Me ha sorprendido la primera semana la cantidad de personas que pasan por la tienda para comprar bombones o chocolatinas. Pensaba que la gente comía chocolate a la larga, porque lleva la etiqueta de que es un alimento que engorda, pero me he dado cuenta de que los clientes quieren chocolate y yo solo gasto chocolate de gran calidad, con diseños y rellenos originales, que se suman a los clásicos de avellana y almendra. Como ejemplo, esta semana he tenido bombones de pistacho y de Puerto de Indias”.